Venta Matutina
Pixabay
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Ese día, el concesionario estaba pasando por mañana extraordinariamente lenta. Sin embargo, los empleados de ventas hacía tiempo que se habían acostumbrado a este fenómeno y no les preocupaba.
El personal debía identificar a los visitantes que realmente podían comprar alguno de los coches expuestos en la tienda. La mayoría de la gente entraba en el concesionario para ver los coches caros, sin tener la intención ni los medios para comprar uno. Así que, naturalmente, se fijaron en el anciano y lo etiquetaron como un visitante que no debía estar allí. Pero, ¿fue una decisión acertada?
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