No Hay Venta
El anciano entró en la tienda vestido con ropas modestas y habló en voz baja. Intentaba pedir ayuda, pero un vendedor prepotente le echó enseguida.
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Le hicieron comentarios groseros y le dijeron que allí no había nada para él. No se imaginaban que el frágil anciano reiría el último.
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