Dulce Venganza
YOUTUBE – ANIELA MCGUINESS
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Sabía que debía quedarse callada y esperar a que pasara la tormenta, pero no pudo evitarlo. Después de todo, su vecino era el que tenía un problema con ella. Las cartas estaban sobre la mesa. Intercambiaron insulto por insulto, improperio por improperio. Sin limpiarse el sudor de su cara furiosa, su vecina se inclinó más hacia ella y pronunció tres palabras: “Espera y verás”.
Luego, con una sonrisa apenas disimulada, la mujer giró sobre sus talones y se alejó, como si estuviera paseando por el parque en un glorioso día de verano. Fue en ese momento cuando Shenna supo exactamente cómo la haría pagar. Su vecina entrometida iba a recibir su merecido.
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