Siguiéndolos
Alexis Schmidt
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Amanda no podía creer lo que estaba viendo, pero fijó sus ojos en la pareja para no perderlos entre la multitud. Compraron sus helados y salieron de la playa.
Acercando a los niños, los cogió de la mano y empezó a seguirlos hasta el aparcamiento, donde se subieron a un Mercedes negro y se marcharon.
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