Fiestas Salvajes
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Una noche, una de las fiestas organizadas por la vecina de Samantha fue especialmente ruidosa, hasta el punto de que Samantha no pudo pegar ojo en toda la noche.
Y por la mañana, seguían. ¿Qué demonios estaba pasando? Samantha decidió pasar por la casa de su vecina y pedirle que por favor bajara el volumen de la música. No sabía que las cosas no saldrían como a ella le hubiera gustado.
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