A Veces Era Difícil
Por lo general, se mostraba razonablemente educada con las personas que trabajaban en la residencia. Sin embargo, cuando las cosas no salían como ella quería, a veces pillaba rabietas e incluso se ponía grosera.
Estos episodios no solían durar más de unas horas. Además, el personal estaba acostumbrado a la personalidad de Juanita y sabía cómo tratarla, así que nunca hubo ningún problema importante con ella. Hasta ese día.
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