Supermujer
Pexels – Andrea – Piacquadio
Advertisements
Había sido una semana estupenda hasta que Lizzie empezó a toser. Se le congestionó la nariz y le dolió la garganta. Antes de darse cuenta, le dolían las articulaciones y la cabeza le latía con fuerza.
Pero aunque estaba lejos de la mejor versión de sí misma, Lizzie no rehuyó sus responsabilidades como madre y proveedora. Preparó a sus hijos para el colegio, llamó a su hermana para que los llevara y se presentó en el trabajo. Entonces todo empezó a desmoronarse.
Advertisements