Dar Su Palabra
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La madre del vecindario y el resto de las personas cuyos hijos iban a jugar en la piscina de Jim dieron su palabra de que iban a respetar su única gran norma.
La norma consistía en no meter a los perros en su piscina porque el revestimiento era frágil y podía romperse, explicó el hombre. Era bastante simple, pero ¿serían capaces de cumplirla?
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