Una Carta
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Mary se encontraba en un estado terrible hasta que un día recibió una carta. Era del restaurante, y decía que su cliente favorito había estado notoriamente ausente en su local, y le ofrecían una comida gratis. Este fue el estímulo que necesitaba para superar su dolor.
No fue fácil, pero Mary dio el paso audaz y comió sola en el mismo restaurante. Habían pasado tres meses y muchas cosas habían cambiado para Mary, pero el restaurante seguía siendo el mismo. Tenía un ambiente acogedor y el aroma de la cocina era siempre atrayente. Pero algo no funcionaba, y el personal pronto se dio cuenta de lo que le ocurría a la mujer de 88 años.
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