Malas Noticias
Washington Post
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El gobierno chino dijo a Kathleen y Roy Sneddon que David había caído y perecido. Y, lo que es peor, que su cuerpo no podía ser recuperado.
Sin embargo, los Sneddon, por alguna extraña razón, no se atrevían a creer la historia de los funcionarios. Algo no encajaba. No sabían que aquello era sólo el comienzo de la increíble historia de David.
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