Acorralada
Acaba de recibir la noticia de que tendría que comparecer ante los tribunales. Abrumada, se sentó en el sillón del salón, intentando desesperadamente pensar en una solución.
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De repente, oyó un fuerte golpe. Miró por la ventana y volvió a ver a esos cuatro chicos. Su corazón latía con fuerza mientras se acercaban a su puerta.
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