La Gran Revelación
“¡Tengo dos niños pequeños! Deberías haberme ofrecido ese asiento en cuanto me viste subir a este autobús, joven!”, chilló. Si alguien no había estado prestando atención, ahora sí.
Advertisements
Se levantó desafiante y se levantó los vaqueros. Se oyó un grito ahogado cuando reveló algo que la altiva madre nunca vio venir.
Advertisements